Liderazgo y COVID-19: cómo el mundo nos cambió

Liderazgo y COVID-19: cómo el mundo nos cambió

Desde hace bastante tiempo veníamos sintiendo particularmente, en el mundo del liderazgo, que estábamos entrando a un cambio de paradigma. El COVID-19 llegó para cambiar los cimientos del liderazgo en tiempos de coronavirus y pandemia.

 

Con la robotización, automatización, el big data, la inteligencia artificial, la incorporación de nuevas generaciones al mundo laboral, el teletrabajo, sólo por citar algunos cambios que se fueron dando en los últimos tiempos, nos hacía pensar que un camino diferente estaba comenzando. No estaba muy claro hacia dónde, pero las formas aprendidas de liderar, que se diseñaron para la eficiencia y la repetición, empezaban a quedar obsoletas.

Los entornos estaban más complejos, inciertos y problemáticos. Los procesos se aceleraban a una velocidad vertiginosa por momentos y, de repente, un día nos despertamos con la nube del COVID-19 encima de nuestras cabezas. Y la sensación que tenemos es que un velo se nos corrió. Dejó en evidencia que todavía nos falta aún más por aprender, aceptar e incorporar y que las herramientas utilizadas hasta ahora, no nos resultan suficientes. Quedó en evidencia lo difícil que es liderar en estos contextos, no solo como líderes de nuestras propias vidas, sino también con nuestros equipos.

Empezamos a sentir que el mundo se terminaba: angustia, incertidumbre, miedo, ansiedad, enojo, tristeza, paralización, son algunas de las emociones y sentimientos que transitamos en estos momentos alrededor de 7.700 millones de personas, según datos de la ONU 2019, que habitamos en el planeta tierra.

Es la primera vez que se da una crisis a nivel mundial de estas características, donde todos por igual, sin diferencias de clase, ideología, género, nacionalidad, estamos sintiendo lo mismo.

Y entonces nos preguntamos: ¿Cómo seguir? ¿Qué tipos de liderazgos necesitamos para este momento? ¿Y qué tipo de liderazgos necesitamos ir construyendo para el día después?

Indudablemente el COVID-19 nos vino a enseñar la importancia del vínculo con las personas, la importancia de estar presente, de acompañarnos, de cuidarnos más allá de los objetivos de trabajo y la rentabilidad de la empresa.

Este nuevo liderazgo, necesario para estos momentos de incertidumbre, requiere una serie de habilidades y competencias específicas que no todos los líderes tienen. Es indispensable ser realista, claro en lo que se sabe, reconocer cuando no se sabe y estar abierto al aprendizaje.

Comunicamos con nuestras palabras y nuestro cuerpo. Cuando nos exponemos, nuestros equipos nos miran, observan y evalúan.  Por eso hoy más que nunca se necesita hablar con la verdad.

Este nuevo liderazgo no pretende deshacer aquellas cosas que nos gustaban y funcionaban de nuestra forma de liderar hasta ahora. Busca incorporar mayor protagonismo de habilidades más blandas cómo la empatía, la escucha, la adaptación, la cercanía, la colaboración y la flexibilidad.

Es decir, una mejor gestión de las emociones con uno mismo y con los equipos para trascender nuestra forma de liderar.

Lo que sabemos es que el mundo que conocíamos hasta acá, CAMBIÓ.

¿Cómo hacemos para seguir liderando nuestra empresa cuando no tenemos ingresos y la producción está paralizada?

Frente a este escenario tenemos dos caminos: nos enfocamos desde la mirada de la ESCASEZ (no puedo hacer nada, me quedo quejándome, resistiendo, rol de víctima) o desde la óptica de la ABUNDANCIA (¿qué sí puedo hacer con lo que tengo, que puedo mejorar o hacer con otros?, trabajo la aceptación y tomo el rol protagonista). Está en cada uno la elección.

Lo que está claro es que cuando uno lidera un equipo, tiene que cuidar que todos se suban al barco, cada uno cumpliendo roles distintos, necesarios e importantes.

 

Y todos tienen que llegar unidos al objetivo común. El líder vela por que nadie se quede en el camino. Para eso se requieren líderes que inspiren, tengan valores, convicciones,  templanza y generen confianza.

Conocé cómo ordenarnos para gestionar mejor el tiempo, acá.